Se caracteriza por la inflamación de las encías, sangrado espontáneo o provocado durante el cepillado, pérdida de adherencia de la encía,  formación de sacos profundos, reducción de tejido de soporte (Hueso) y recesión de las encías. Puede parecer que los dientes se están alargando, pero en realidad, la encía (gingiva) están retrocediendo. Esta es la forma más común de enfermedad periodontal y se caracteriza por una pérdida progresiva de adherencia, intercalada con períodos de rápida progresión.

Suele afectar a personas clínicamente sanas, menores de 30 años. Se caracteriza por avance rápido y severa destrucción de los tejidos periodontales, alteraciones en la respuesta del sistema inmunológico y la agregación familiar.

Esta forma de enfermedad periodontal es una infección con destruccion de las papilas interdentarias, dolor y hemorragia gingival, ocurre con mayor frecuencia en individuos que consumen tabaco, alcohol, pacientes que padecen enfermedades sistémicas, estres emocional, gingivitis preexistente, VIH, inmunosupresión y malnutrición. La necrosis (muerte del tejido) ocurre en el ligamento periodontal, el hueso alveolar y los tejidos gingivales.

Esta forma de enfermedad de las encías a menudo comienza a una edad temprana. La evidencia actual sugiere que la inflamación causada por infecciones periodontales afecta no sólo el medio ambiente oral, sino también los órganos sistémicos. Las  condiciones médicas como enfermedades respiratorias, diabetes y enfermedades del corazón son cofactores comunes por lo tanto, el control de las enfermedades bucodentales es esencial para la prevención y tratamiento de estas enfermedades sistémicas

Representa la extensión de la infección bacteriana en los tejidos periodontales aumentando la proporción de destrucción ósea, debido a que el pus retenido en los sacos periodontales no puede drenar.